Plastics Europe insta a los negociadores del INC-5 a alcanzar un acuerdo ambicioso para acabar con la contaminación por plásticos

Se trata de una oportunidad histórica para acelerar la transición hacia un sistema circular de plásticos

Con la última reunión prevista del Comité Intergubernamental de Negociación (INC5), que comenzará el lunes 25 de noviembre en Busan (Corea del Sur), las negociaciones para lograr un acuerdo internacional jurídicamente vinculante que acabe con la contaminación por plásticos en 2040, han llegado a un momento crucial.

Virginia Janssens, directora general de Plastics Europe, ha declarado: «Tanto Plastics Europe como nuestros miembros reconocemos que cualquier residuo de plástico en el medio ambiente es inaceptable, y por eso es tan importante alcanzar un acuerdo ambicioso y aplicable. Somos conscientes del reto que suponen las negociaciones, pero creemos que si los negociadores se centran en encontrar soluciones comunes se podrá alcanzar un acuerdo. Debemos aprovechar esta oportunidad histórica».

Virginia Janssens prosiguió: «Creemos que la transición hacia un ecosistema de plásticos circular, en el que todas las aplicaciones de los plásticos se reutilicen, reciclen y gestionen de forma responsable, es la clave para abordar el problema de los residuos plásticos y lograr un acuerdo satisfactorio. La forma más eficaz de acelerar esta transición y apoyar nuestros objetivos de desarrollo sostenible y cambio climático es garantizar que el acuerdo convierta los residuos plásticos en productos con valor real».

Movilizar y facilitar el acceso a la financiación necesaria es un reto importante, especialmente para las economías emergentes. Por lo tanto, el acuerdo debe incluir mecanismos de financiación sostenibles, incluidos los sistemas de RAP (responsabilidad ampliada del productor), que desbloqueen las inversiones masivas necesarias, tanto públicas como privadas.

Un enfoque basado en el análisis por tipos de producto nos permitiría definir y evitar las aplicaciones problemáticas y evitables que llegan al medioambiente, sin crear daños ambientales adicionales ni perjuicios socioeconómicos innecesarios».

Virginia Janssens añadió: «Los países se enfrentan a retos diferentes que requieren soluciones diferentes. Un enfoque global único no funcionará. Por lo tanto, el acuerdo debe encontrar el equilibrio adecuado entre obligaciones globales y medidas nacionales. Además, los negociadores deben evitar tomar decisiones aparentemente atractivas que tendrán consecuencias medioambientales y socioeconómicas negativas y socavarán nuestra capacidad de aplicar el acuerdo. Desde una perspectiva europea, es importante que el acuerdo apoye la transición de la industria europea de los plásticos hacia la circularidad y la competitividad, y no la socave».

El acuerdo final debe exigir a los países que desarrollen planes de acción nacionales que incluyan objetivos obligatorios de reciclaje y de contenido en reciclado, que establezcan un sistema de medición sólido para supervisar y evaluar la contaminación por plásticos y que responsabilicen a todas las partes implicadas.

Si queremos plásticos que sean más fáciles de reutilizar, reciclar, reparar y duraderos, tenemos que empezar por diseñarlos de esa manera. Por tanto, el acuerdo debe basarse en los principios y normas internacionales y emergentes de diseño existentes para mejorar la circularidad de los productos plásticos.