Reciclado químico es el término que recibe un grupo de tecnologías que pueden convertir residuos plásticos mezclados y/o contaminados, en nuevas materias primas similares a las vírgenes. Esto significa que las tecnologías de reciclaje químico pueden producir nuevos plásticos reciclados a partir de residuos difíciles de reciclar.
Las tecnologías de reciclaje químico, entre las que se incluyen pirólisis, gasificación, hidrocraqueo y despolimerización, pueden hacer que Europa dependa menos de las materias primas fósiles (tradicionalmente importadas).
Para facilitar una transición rápida y eficaz hacia la incorporación de materias primas recicladas químicamente en las infraestructuras actuales junto con las materias primas de origen fósil, la aplicación de la metodología de balance de masas se convierte en un imperativo.
La metodología de balance de masas permite el uso de materias primas recicladas químicamente en instalaciones industriales existentes de producción de plásticos a gran escala, que también se alimentan de materias primas fósiles.